Sus estrenos, cada vez más, son películas de acción en donde el escocés debe salvar al presidente, a un grupo vulnerable y hasta a la humanidad. Una faceta a la que nos hemos ido acostumbrando y que él ha sabido explotar con astucia.
La filmografía de este oriundo de Escocia es variada. Aun así, ha ido especializándose paulatinamente en rodajes de acción. Y en los últimos años ha tenido una tendencia notoria a actuar en películas con situaciones de riego, al límite o, lisa y llanamente, apocalípticas.
Así lo prueban filmes como “Geo-tormenta” (2017), donde el planeta corre peligro por una tormenta global; “Ataque submarino” (2018), con un a tripulación de marinos estadounidenses que va al rescate del mandatario ruso, y “El día del fin del mundo” (2020), en el que un cometa amenaza a la civilización.
Este año lo vimos en 2 cintas más de la misma línea. “Avión” (2023), que presenta a un piloto -con un avión comercial lleno de pasajeros- que debe realizar un aterrizaje forzoso en una isla plagada de peligrosos rebeldes filipinos. Y “Escape bajo fuego” (2023), donde -con un look con barba- es un agente encubierto de la CIA cuya identidad es revelada, por lo que se ve obligado a huir y luchar por su vida -y la de su traductor- en el hostil desierto de Kandahar, en Afganistán.
Se siente especialmente orgulloso de la franquicia que empezó con “Ataque a la Casablanca” (2013) y continuó con “Londres bajo fuego” (2016) y “Presidente bajo fuego” (2019), la más reciente. (Ojo, que esta taquillera trilogía que recaudó más de US$500 millones en el mundo nada tiene que ver con “Escape bajo fuego”).
En la saga, su personaje del agente “Mike Banning” debe pasar salvando al mandatario estadounidense de turno. Y le fascina, porque opina que es una franquicia que ofrece más que balas, algo que comparte su colega Robert Downey Jr., quien le confesó ser fan de la saga. Para deleite de sus admiradores, esta ya prepara nuevo episodio, que se ambientaría en Bulgaria y contaría con Nick Nolte. Más aún, “El día del fin del mundo” también anunció secuela. Así que está claro que este galán del desastre, tendrá que vivir varias emergencias más en el corto plazo.
A todos esos títulos se suman viejos y buenos largometrajes como “El reinado del fuego” (2002), donde eran los dragones los que tenían en jaque a la humanidad, y la taquillera “300” (2006), que lo catapultó a la fama como el legendario héroe espartano Leónidas que lucha contra el apabullante imperio persa.
A Gerard le encanta intentar hacer la mayoría de sus escenas de acción, pese a que ha reconocido que, a sus 54 años, cada vez se vuelve más duro el desafío. “¡Si la gente supiese cuánto tenemos que prepararnos…!”, reflexiona sobre las secuencias de riesgo. En los últimos años también ha incursionado en la producción de varios de los largos que estelariza.
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